Llaman a las ministras a revertir el déficit de gerentes para mejorar la baja productividad laboral en Guatemala

En Guatemala existe un déficit de aproximadamente 30 mil posiciones al año en mandos intermedios porque en las empresas suben de posición a un empleado sin necesariamente tener las capacidades suficientes.

También conocidos como mandos intermedios, este grupo es crucial para conectar la estrategia con la operación de una empresa. El blog corporativo de la consultora internacional GD Capital los define como aquellos jefes/responsables de cada área de una empresa situados entre los directivos y los empleados, y que crean y gestionan los equipos de trabajo con los que cuenta una organización.

La Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG) capacitó alrededor de 25 mil personas en temas gerenciales el año pasado. “A pesar de que nuestro número es el más alto de toda Guatemala, sigue siendo muy bajo”, señala con preocupación Luis Castañeda, gerente general de esa asociación.

“Esto significa que a nivel de operario nosotros tenemos una buena mano de obra, pero quienes deben liderar estos grupos grandes de trabajo, la parte productiva, son de mandos medios. Entonces, volvemos a esta brecha entre 20 a 30 mil posiciones que no se logran llenar cada año” indica Castañeda.

Tener brechas como la que apunta la AGG pueden tener impacto a nivel país. Por ejemplo, en el Índice de Productividad Laboral de la Organización Internacional del Trabajo de 2023, Guatemala está en el puesto 122 de 189 países. Esto evidencia los bajos niveles de productividad en el país.

Salvador Paiz, integrante de la mesa de Capital Humano de Guatemala No Se Detiene, enumera las razones por las que la productividad laboral se ha mantenido estancada.

“Primero, la informalidad no permite que la productividad aumente. En el momento en que una persona se vincula con un trabajo formal, su productividad salta. Además, continúa mejorando gracias a capacitaciones de la empresa y acceso a entes de formación laboral” señala.

Coloca la formación educativa en segundo lugar, y sugiere buscar metodologías en el sistema educativo para introducir tecnología en las aulas de clase y actualizar a los docentes en contenidos. Su visión es que hay que revisar los esquemas que permitan diferenciar salarios dependiendo de la productividad regional o personal. “Al final lo que se busca es lograr una vinculación laboral formal para mejorar la productividad y así mejorar los niveles de ingresos.

El esquema actual eleva los salarios antes de mejorar la productividad. Esto limita los empleos disponibles y la posibilidad de aspirar a un empleo formal” indica.

Bajo volumen de formación

Dennis Rodas, gerente del Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap) confirma la necesidad de formación gerencial de los mandos medios en el país. “El año pasado pudimos atender 460 mil participantes, de ese volumen de guatemaltecos el 41% tuvo una formación operativa; de nivel ocupacional medio, 57% y de nivel ejecutivo solamente fue el 2,21%” indica.

Rodas ve un gran reto, porque de 10 mil 157 graduados a nivel ejecutivo, (apenas) 413 fueron los que se formaron en habilidades gerenciales específicamente.

“Por ejemplo, los call centers comunican que deben atraer 10 mil posiciones al año, pero necesitan que quienes apliquen hablen inglés, entonces las empresas se enfocan en el desarrollo de esta habilidad. Esto nos demuestra que se debe abordar sobre qué habilidades deberían de tener estas personas para puestos gerenciales” añade Rodas.

Mientras que Rebeca Salazar, gerente del Centro de Formación Empresarial de la Cámara de la Industria de Guatemala (CIG), comentó sobre la proyección para este año es capacitar a 10 mil personas y en esa línea ve crucial crear alianzas estratégicas a nivel internacional como respaldo a la formación de calidad.

Transformar los sistemas

Al igual que en la enseñanza de inglés y de la programación, uno de los principales vacíos en el país es la falta de certificaciones internacionales de los programas existentes, y una actualización más agresiva de los mismos. La acreditación es importante, porque certifica la condición de una persona y su facultad para desempeñar una actividad o un cargo, algo vital en los mandos intermedios.

A la par de la acreditación de programas, debe haber cambios en la metodología. Lionel Pineda, gerente de la Escuela Superior de Negocios de Agexport, enfatiza en que se debe cambiar la manera de enseñar. “En la práctica está la riqueza y las oportunidades aumentan cuando trabajamos bajo una metodología de caso, es decir, discutir sobre situaciones en distintas industrias y países, en donde el costo de adquisición de experiencia es 0”.

“Las escuelas que adoptan esta metodología son las que realmente están orientadas a ese desarrollo de habilidades gerenciales son muy pocas en Guatemala”, agrega Pineda.

En el caso de la AGG, las carreras que más se solicitan son las que certifican una parte técnica, por ejemplo, Project Management o Six Sigma, que se refieren a métodos que ayudan a las organizaciones a perfeccionar sus procesos de negocios.

Castañeda comenta que para generar una mejor formación se enfocarán en un modelo de desarrollo gerencial que consta de cuatro grandes áreas; comercial, la organización, recursos humanos y producción y la gestión y estrategia de la organización”.

“Algo que se debe mejorar para lograr ese aumento de capacitaciones en mandos medios en el país es el tema de pasantías pagadas. Actualmente no se pagan en la mayoría de las empresas este tipo de posiciones” añade.

La práctica en el campo sigue siendo el factor que provoca la diferencia. “Más allá de la formación técnica hay que cubrir el desempeño dentro de la organización, es decir, poner en práctica todo lo que se aprendió en una teoría académica, esas son las verdaderas habilidades gerenciales que uno va desarrollando y que se va complementando, no solo con una licenciatura o una maestría, sino con cursos adicionales”, explica Castañeda.

By Adabella Peralta

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